Basta con sintonizar algún medio de comunicación para conocer el auge y el avance que han tenido en toda Latinoamérica temas como: igualdad e ideología de género y relaciones homoparentales; situación que se agudiza día a día a través de la aprobación de leyes que tratan de establecer un estilo de vida como un derecho.
Muchas personas con quebrantamiento sexual se han acercado a la iglesia en busca de respuestas en medio de sus crisis, entendimiento en medio de su confusión, luz en medio de sus tinieblas, pero… ¿Qué hemos hecho como iglesia? ¿Qué respuestas hemos brindado cuando se nos demanda “razón” de nuestra fe? ¿Estamos preparados realmente como iglesia para brindar respuestas prácticas con amor y verdad?
En proverbios 24:11-12 podemos encontrar claridad acerca de cuál debe ser nuestra tarea como cristianos y como iglesia:
11 Rescata a los que van rumbo a la muerte; detén a los que a tumbos avanzan al suplicio.
12 Pues aunque digas, «Yo no lo sabía», ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida? ¡Él le paga a cada uno según sus acciones!
Rescata y detén
¿A quién o quiénes? No menciona a alguien o a un grupo en específico, implícitamente habla de todos aquellos que andan perdidos o sin un rumbo claro en sus vidas, aquellos que han optado por vivir de acuerdo a sus deseos y no conforme al plan divino; esto incluye a personas que luchan con la homosexualidad, lesbianismo, bisexualismo, travestismo, etc.
Y eso eran algunos de ustedes
El apóstol Pablo abordó la temática con la iglesia de Corinto:
9 ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales (ni los afeminados, ni los que se echan con varones RVR60),
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.
11 Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
Nadie que estuviera en esta lista era considerado digno de heredar el reino de Dios, incluyendo aquellos que sostenían un estilo de vida homosexual. Sin embargo, el apóstol recuerda que eso eran algunos y que Dios había obrado libertad y sanidad; trayendo esperanza de que un cambio es posible a través de Jesucristo.
Guiar a otros
Como iglesia, es muy importante estar alerta y prestar atención a los temas coyunturales a los cuales nos enfrentamos, con el propósito de ser un agente activo en la sociedad que guíe a otros con sabiduría y amor al camino de la vida, a brindar la oportunidad que cada uno ha tenido: un encuentro con Jesús como Señor y Salvador.
Dar respuesta
“…y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;” 1 Pedro 3.15
Los retos y las demandas de nuestra fe como iglesia varían según nuestra cultura, pero una cosa es segura: debemos de dar razón de nuestra fe inamovible en medio de un mundo cambiante. La pregunta es: ¿Estamos listos?
P. Edén Valle